Mañana, 8 de marzo, una vez más, se conmemora en todo el mundo el día internacional de la mujer trabajadora. Seguramente la hipocresía de los gobiernos misóginos, les llevará a disimular su falta de justicia con actos, en donde se escucharán discursos efusivos de las funcionarias patriarcales, puestas en la función pública para que nada cambie.
Habrá saludos, promesas de campaña de los políticos que corren tras el poder, presionados por las denuncias oportunistas de sus adversarios. Las empresas intentarán vendernos una multiplicidad de inútiles productos, bajo eufemismos feministas, los programas periodísticos recordarán a las heroínas de los siglos pasados, e intencionalmente olvidarán las de nuestro presente. Por ejemplo las presas políticas, que desde la cárcel esperan de nosotras, nos miran detrás de los barrotes opresores, nos piden que enarbolemos sus nombres, buscando justicia.
En Puelmapu, Argentina, 4 lamngen Mapuche con sus 11pichikeches, niñeces, están injustamente Presas, una de ellas, Betiana Colhuan es Machi, una mujer medicina. Exijamos la inmediata libertad de todas. Tengamos presente también a las mujeres activistas que sufren persecución y a aquellas que han sido asesinadas a lo largo del continente y el mundo, muchas de ellas han sido víctimas de la crueldad de gobiernos cómplices del Terricidio, algunas han dado sus vidas como ofrenda para salvar ríos, montañas y selvas. Quiero pedirles que tengamos presentes, que no olvidemos a las madres wichí, Qom, Mbya guaraní, etc. que están luchando contra la hambruna que desde hace décadas les arrebata la vida de sus hijes.
En Argentina, la desnutrición infantil, mata de manera descarada e impune a nuestras niñeces. Las Mujeres indígenas, somos el sector más empobrecido, precarizado y violentado en Indoamerica, sin embargo también somos, quienes nos levantamos a resistir y luchar con tanta convicción que ya no tenemos miedo, decididas a resguardar la vida de nuestros territorios contra el Terricidio, caminamos en alerta, abrazadas y con la mirada clara, digna, buscando la sabiduría que nos lleve a ganar cada batalla, porque a través de nosotras habla la tierra, respira la selva, cantan los ríos y elevan la mirada las ancianas montañas.
Queridas hermanas, amigas, compañeras, reciban mi cálido abrazo, desde éste apartado ricón geográfico de mi Puelmapu.
Pu weychafe zomo xipatupe feula, iñkayiñ, marici Weu! Moira Millán 7/03/2023 Puelwillimapu